Antes de comenzar el encuentro en el Jose Lisazuain, se le rindió un homenaje a Mario Grasman.
Una persona ligada al club, no solamente desde lo afectivo, sino, también dando una mano, colaborando en la liga.
Mario nos dejo la semana pasada, producto de una penosa enfermedad. Pero su esencia, seguirá estando en cada rincón de la bombonerita roja, del vestuario, en cada lugar del club al que amo tanto, y creo no equivocarme, si digo que después de su familia el C.A.M. fue su segundo gran amor.
Por eso ayer los chicos entraron con una bandera recordando a Mario, bandera que le sera entregada a liche, su señora.
Pero Mario vive en el corazón de todos y cada uno de los que llevamos al rojo en el corazón.
Y es obvio que lo vamos a extrañar, pero también lo vamos a recordar con una sonrisa gritando un gol o disfrutando un titulo, y con una lagrima, cuando las situaciones adversas nos toquen. Porque así lo vivía Mario. Sanguíneamente, apasionadamente. Con el amor y el compromiso de un gran ser humano con su club.
No tengo dudas, que ayer desde algún lugar del universo, mi querido amigo, gritaste el gol de Nico como todos, y que tu esencia y tu recuerdo nos seguirá a todos lados.
Y esto lo digo de manera muy personal, me encantaría que las canchas auxiliares llevaran su nombre.
Reitero, esto es algo muy personal, no quisiera que nadie de la dirigencia del club se sintiera mal por esta idea, ni presionado, ni comprometido.
Hasta cada momento Mario, estas al lado de Dios, entonces aunque duela, estas muy bien.
Abrazo del gol con sabor a campeonato.
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